Péguy contra el moralismo

Así se titula un post que he localizado gracias a la página de Péguy en Facebook que abrió mi amigo Gabriel Leal y a la que me invitó a ser administrador. Habrá que invitarlo también a él a administrar este sitio, no?

La Revista Electrónica Conspiratio ha incluido un breve texto de la Note conjointe que no tiene desperdicio y que les cito aquí tal como la traducen los amigos de Conspiratio:

La “gente bien” es impermeable a la gracia.

Es éste un problema de física molecular y globular. Eso que llamamos moral es un unto que hace al hombre impermeable a la gracia. De ahí que la gracia obre en los peores criminales y levante a los miserables pecadores. Lo consigue porque empezó penetrándolos, pudo penetrarlos. De ahí también que, si nuestros seres más queridos están, por desgracia, untados de moral, son, para la gracia, inatacables, impermeables. Empieza por no poder penetrarlos. Desde la epidermis. Son impenetrables absolutamente, en su totalidad, porque están untados, porque son impenetrables en el punto sensible a la mojadura, en la superficie de mojadura, que constituye el origen y la superficie de pentración. (…)

Por eso nada es tan contrario a lo que se llama (con un vocablo algo averonzado) religión, como lo que se llama moral. La moral recubre al hombre contra la gracia. (…) La moral es una propiedad, un régimen y, con seguridad, un gusto por la propiedad. La moral nos hace propietarios de nuestras pobres virtudes. La gracia nos da una familia y una raza. La gracia nos hace hijos de Dios y hermanos de Jesucristo.

La permeabilidad, la mojadura, el unto… sensaciones tan físicas, pero en un punto tan a flor de piel (literalmente) que se rozan con lo espiritual. Esa pátina moral que recubre a toda institución que legisla o deslegitima, impidiendo toda la porosidad que necesita la persona en su crecimiento para absorber la diferencia. Unas virtudes mal entendidas, que se confunden con algo poseído, momento en el que se marchitan como la margarita que cortamos en primavera, y que a penas sobrevive unas horas. Una ley que convierte en legal el hambre y la pobreza.